More&Core culmina el proyecto de El Cuartel del Mar
- tecnico853
- 14 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Ocupa el antiguo cuartel de la Guardia Civil de la Loma del Puerto

El proyecto de rehabilitación y acondicionamiento del edificio tiene como objetivo reconvertirlo en restaurante y sala de exposiciones abierta al público, para lo que se han introducido varias mejoras.// FOTO: More&Co
Azotea Grupo acaba de inaugurar para este verano de 2020 El Cuartel del Mar, en Chiclana de la Frontera. Se trata de un proyecto de hostelería, cultural y de ocio que el grupo pone en marcha en el antiguo cuartel de la Guardia Civil de la Loma del Puerco, que dispone de una terraza con vistas a la Playa de la Barrosa, un patio con capacidad para 250 personas y una zona de restaurante para 100 comensales, así como con una azotea mirador.
A nivel arquitectónico, Azotea Grupo ha confiado en el estudio de Paula Rosales, quien ya estuvo a cargo del NuBel en el Museo Reina Sofía de Madrid, y que ha propuesto una intervención muy respetuosa poniendo en valor las características propias del entorno de la Playa de la Barrosa. Además, el proyecto se ha completado con la decoración del estudio de Alejandra Pombo y el paisajismo de Rent a Garden.
“Ha sido un auténtico privilegio poder estar al cargo de la rehabilitación de este precioso proyecto, que nos ha permitido rescatar la esencia de un enclave marítimo privilegiado y acondicionarlo para convertirlo en un espacio con alma, vibrante y lleno de luz”, comenta Paula Rosales.
Dispone de una terraza con vistas a la playa, un patio con capacidad para 250 personas, un restaurante para 100 comensales y una azotea mirador
Así, para el cambio de uso del edificio, se han efectuado una serie de mejoras en la distribución, tanto interior como exterior. Por ello, el edificio se compone de dos naves longitudinales, paralelas a la playa. El pabellón oeste, más cercano a la costa, alberga el restaurante y la cocina; el este integra la sala de exposiciones y espacios de servicio. Ambos pabellones se conectan en el acceso principal en la fachada noroeste.
También se ha alejado la cocina del acceso principal de visitantes, se han agrupado los espacios húmedos y de instalaciones para ser más eficientes, se ha ampliado la zona expositiva, dejándola diáfana y situándola en directa relación con el patio; se ha incorporado una nueva escalera de caracol para permitir el acceso y uso de la cubierta; y se han incluido nuevas pérgolas en puntos estratégicos.
Además, se han introducido estrategias pasivas de protección solar, como son las pérgolas de madera, que tamizan la luz natural para controlar la incidencia solar sobre el edificio y sus usuarios, o la elección de colores claros en la envolvente del edificio para evitar su sobrecalentamiento.
Por otro lado, se han empleado materiales y técnicas constructivas locales, respetando aún más el entorno, primando los materiales naturales, mínimamente tratados. Asimismo, se ha revestido de mortero de cal en tono claro todas las fachadas y particiones interiores del edificio y se ha aislado y revestido la cubierta con grava o pavimento continuo de hormigón, de nuevo en tonos claros.
Respecto al interiorismo, los pavimentos continuos de hormigón pulido permiten una gran flexibilidad de distribución de los espacios, dando un aspecto natural y dejando el protagonismo a las vistas al exterior encuadradas por las ventanas. El falso techo de madera y cañizo trenzado se replica en las pérgolas exteriores en un juego de espacio interior-exterior continuo, e incorpora la absorción acústica oculta en su interior.
Por último, en lo que tiene que ver con la decoración, priman los colores neutros y las fibras naturales tanto para el mobiliario como para los tejidos, así como espectaculares lámparas de formas redondeadas y texturas orgánicas que recuerdan a las piedras redondeadas por las mareas.
Fuente: 13/07/2020
Revista HOSTELERÍA
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